Los ejercicios de Kegel también son cosa de hombres

Aunque puede parecer algo que solo afecta a las mujeres, que tus pacientes masculinos estén atentos porque los ejercicios de Kegel también están recomendados para ellos. Estos ejercicios les ayudarán a fortalecer el suelo pélvico y mejorar el control sobre su vejiga.

Hoy te contamos cuándo pueden ser de ayudar para ellos y qué beneficios pueden aportarles.

CUÁNDO ACONSEJARLOS EN HOMBRES

Como ya sabes, los ejercicios de Kegel son ejercicios de contracción lenta y rápida del suelo pélvico para favorecer las fibras musculares estiradas.

Su práctica ayuda a prevenir y tratar la incontinencia urinaria después de haber tenido una cirugía prostática o una cirugía uretral. Pero existen otros casos en los que son un buen recurso. Por ejemplo, si hay disfunción eréctil o trastornos de eyaculación, y también para el dolor pélvico.

"Para realizarlos no se necesita ninguna supervisión. Además, una vez se coge práctica, y aquí va una gran ventaja, se pueden realizar en cualquier lugar y momento. Y, si hay constancia, los resultados son relativamente rápidos, y sus beneficios empiezan a notarse pasadas unas semanas o meses."

¿Qué beneficios pueden tener para tu paciente? Atención, que no son pocos:

• Recuperación tras la cirugía del aparato genital
• Control de la eyaculación
• Mejora de los orgasmos
• Prevención de la eyaculación precoz
• Prevención de la incontinencia urinaria
• Mejora de los problemas de próstata
• Prevención de los prolapsos genitales
• Mejora en las erecciones

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Seguramente muchos de tus pacientes desconozcan los beneficios que estos ejercicios pueden suponer para su vida sexual y la salud de sus órganos pélvicos. Para ayudarte a seguir haciendo educación sanitaria, también en el canal online, te dejamos un par de rutinas de ejercicios de Kegel.

Descárgate la imagen y ¡cuéntalo en tu Instagram! Un material para tu paciente con el que complementar, además, la campaña de salud sexual de fedefarma.

Al principio, puede resultar difícil empezar a ejercitar los músculos del suelo pélvico. Por eso, además, recuerda siempre a tu paciente que el primer paso es asegurarse de que los ejercicios de Kegel trabajan los músculos correctos.

Hay varias maneras de hacerlo, dos de ellas son:

• Imaginándose a uno mismo tratando de frenar la orina en mitad de la micción.
• Imaginándose a uno mismo intentando parar el paso del aire contrayendo y tirando hacia arriba.
  
  ¡Y fuera tabús! Los ejercicios de Kegel también son cosa de hombres, y la salud sexual también.